Mientras se reavivan las afirmaciones de que las computadoras cuánticas podrían amenazar la seguridad de Bitcoin, el CEO de Blockstream, Adam Back, quien también está en el centro de las especulaciones de que podría ser Satoshi Nakamoto, ha dado una respuesta notable.
Back argumentó que una parte importante de estas afirmaciones no se alineaban con las realidades técnicas y afirmó que el tema estaba siendo debatido sobre la base de conceptos erróneos.
En una publicación en redes sociales, Back se dirigió directamente a quienes difunden el miedo a la computación cuántica, afirmando: «Un pequeño consejo para quienes difunden miedo, incertidumbre y duda (FUD) cuántica: Bitcoin no utiliza cifrado. Aprendan los fundamentos correctamente; de lo contrario, esto indica una grave brecha de conocimiento». Esta declaración reavivó antiguos debates sobre cómo a menudo se malinterpreta el funcionamiento de Bitcoin.
En respuesta a la pregunta de un seguidor sobre dónde comienzan los verdaderos riesgos para el modelo de seguridad de Bitcoin en medio de los rumores cuánticos y qué temores son meros malentendidos teóricos, Back afirmó que no ve riesgos significativos a corto plazo. Según Back, esto ocurrirá dentro de décadas, y los escenarios que se debaten hoy son demasiado prematuros. Aún quedan enormes problemas de investigación y desarrollo por resolver en física aplicada antes de que las computadoras cuánticas puedan alcanzar un nivel útil y escalable. Por lo tanto, si bien Back describe los riesgos a corto plazo como “casi nulos”, afirmó que estar “preparado para la computación cuántica” a largo plazo es un enfoque sensato.
Uno de los mayores malentendidos en el centro de las discusiones es la afirmación de que “Bitcoin ha sido descifrado”. Desde un punto de vista técnico, Bitcoin no es un sistema criptográfico; es un libro de contabilidad público. Todas las transacciones, direcciones y cantidades transferidas son claramente visibles en la cadena de bloques. Las estructuras criptográficas utilizadas en Bitcoin no buscan ocultar datos, sino demostrar que las transacciones fueron efectivamente realizadas por el titular de la clave correspondiente.
Bitcoin operó con el Algoritmo de Firma Digital de Curva Elíptica (ECDSA) durante muchos años y, con la actualización Taproot, también incorporó las firmas Schnorr. Estos mecanismos funcionan como herramientas de autenticación; es decir, ofrecen un sistema de firma y autorización, no “cifrado”. De igual manera, SHA-256, uno de los componentes fundamentales de Bitcoin, no es un algoritmo de cifrado, sino una función hash unidireccional que prueba que los datos no han sido alterados.
Según los expertos, en teoría, un ordenador cuántico suficientemente potente podría calcular una clave privada a partir de una clave pública mediante el algoritmo Shor. Sin embargo, esto no implica un proceso de “descifrado”, como se suele afirmar, y requiere una infraestructura que supera con creces las capacidades actuales de la tecnología cuántica. Por lo tanto, Adam Back y muchos expertos en criptografía coinciden en que los ordenadores cuánticos no representan una amenaza práctica para Bitcoin a corto o medio plazo.
*Esto no constituye un consejo de inversión.


